La Asesina de Oscar Córdoba
Oscar Eduardo Córdoba, el célebre arquero de la Selección Colombia, América de Cali y Boca Juniors, se encontraba acostado como si estuviera esperando a alguien en una lujosa y cómoda habitación de un hotel, a la espera de algún partido muy importante, desnudo, con un calzoncillo como única prenda de vestir.
De repente, se abrió la puerta, y en la habitación apareció una rubia, muy bella y esplendorosa, al ritmo de la música de “Nueve Semanas y Media”, la rubia comenzó a desnudarse ante el arquero, ofreciendo un streap tease, a medida que se sacaba cada prenda, se la iba fregando al colombiano, pasándosela por todo el cuerpo, y este la chupaba una por una.
Cuando la rubia se corrió el pelo, que se tapaba todo el rostro, Córdoba no podía creer lo que estaba viendo.
- ¡Valeria Mazza! – exclamó el colombiano - ¡Has venido a coger conmigo!
- ¡Ja, ja, ja! – río la rubia – me parezco a Valeria Mazza, pero yo soy Carlota Monzón, aunque por este extraordinario parecido muchos me conocen como Ravelia Zamas, además soy parecida, pero yo soy mucho más joven.
- Sí, es cierto – exclamó el colombiano - ¡Quiero cogerte!
- Para eso he venido – dijo Carlota o Ravelia – Para que cojamos, pero antes vamos a jugar con algunas cosas que he traído.
- ¿Y cuales son esas cosas?
- Un Queso y un Sable – dijo la rubia, y efectivamente sobre una mesa, había un enorme Queso Emmenthal, con relucientes agujeros, y con sus guantes negros, la rubia sostenía un sable.
- ¡Has hecho magia! – dijo el colombiano - ¿Cómo apareció eso de repente? ¡Aca no había ningún Queso!
- Ja, ja, ja – río Ravelia – de ninguna manera, solo un truco, que puede hacer cualquier mago, prestidigitador o ilusionista de cualquier feria o circo de morondonga.
La música siguió sonando, ahora era temas de clásicos del cine erótico como Emanuelle, celebre película francesa de los 70 y otros de ese estilo. Ravelia tomó el sable y cortó el Queso en dos mitades, una mitad la dejó tal cual, la otra la convirtió en cientos de cubos, que fue tirándole al arquero como si lloviera Queso, al colombiano le gustó mucho, despues se tiró sobre el arquero y puso el sable sobre su cuello.
- ¿Me vas a asesinar acaso? – preguntó algo temeroso Córdoba.
- Te cortaré la cabeza – dijo la rubia - ¡Ja, ja, ja! ¡Esto es un juego, Córdoba!
Y entonces, para tranquilidad del colombiano, Ravelia le rozó todo el cuerpo a Córdoba con el sable, le puso el sable en la boca, y el arquero lo chupó, le rozó el cuello con el sable, como amagando que lo iba a decapitar, mientras se revolvía con los cubos de Queso, y finalmente dejó clavado el sable sobre la cama. Ahí Ravelia comenzó a oler los pies del arquero, el colombiano se dio cuenta que la rubia cierto gesto de desaprobación.
- ¿Qué pasa? ¿No te gustaron mis pies?
- Demasiados limpios y perfumados para un hombre – dijo Ravelia – casi como los míos, que huelen a perfume francés.
- ¿A ver? ¿Puedo probarlos?
La rubia le puso sus pies encima a Córdoba, para ser mujer era muy patona, y al arquero le encantaron aquellos bellos pies bien perfumados, los olió, chupó, lamió y besó una vez más, con total intensidad, que se fue como arrastrando en la cama, y del juego de los pies, pasaron al sexo abierto y explícito, primero, Ravelia le chupó el pene con gran intensidad, despues Córdoba le chupó las tetas y la vagina, para luego penetrarla con pasión y furia colombiana, el arquero tenía fama de ser un buen amante en la cama, pero igual Ravelia se vio sorprendida ante tanta potencia sexual, mucho mayor que sus quesoneados, a los que tanto amaba y recordaba, a todos los chabones a los que les había tirado un Queso.
- Quedé exhausto, no doy más, pero que fabuloso fue esto – dijo Córdoba.
- Sos el amante perfecto, la verdad que quesonee a muchos chabones, he tirado muchos Quesos, pero lo tuyo fue sublime.
- ¿Tirar un Queso? ¡Ja, ja, ja! ¡Qué divertido! ¿Así le llamas a tener sexo?
- Sí, así le llamó, mira que quesonee a muchos tipos, muchos deportistas como vos, pero ninguna ha tenido la potencia sexual que tenes vos, igual te voy a tirar un Queso – y en ese momento Ravelia se tiró otra vez sobre la cama, arrastrándose como una serpiente venenosa, mientras tomaba el sable clavado sobre la cama.
- ¿Me vas a tirar el Queso? ¡Ja, ja, ja! ¡Me vas a fundir! ¡No doy más! ¿Otra vez me vas a hacer tragar el sable para parecer un tragasables? – preguntó el colombiano.
- ¡Ja, ja, ja! – río con total sarcasmo la rubia - ¡Ahora sí te cortaré la cabeza! ¡Y te tiraré el Queso!
Y con un movimiento tan rápido como magistral, que solo una gran asesina puede realizar, Ravelia blandió el sable y ¡zas! le dio un corte perfecto al cuello de Oscar Córdoba, la sangre salió por todos lados, y con un segundo corte, le cortó la cabeza.
La asesina ahora agarró el Queso, la mitad de la horma del Emmenthal que había quedado sobre la mesa, y lo tiró sobre el decapitado cadáver del arquero colombiano.
- Queso. Oscar Eduardo Córdoba – dijo Ravelia mientras tiraba el Queso, a la vez que como trofeo se llevaba las enormes zapatillas talle 47 del arquero colombiano.
Y con total impunidad, la impunidad que solo Ravelia, la Quesona Asesina, puede tener, abandonó el lugar. Así fue asesinado y quesoneado Oscar Eduardo Córdoba.
RAVELIA DESATADA CON TODO, AHORA ASESINA DE COLOMBIAS
ResponderBorrar¿un asesinato retro? ¿cuando lo mato? perfecta descripción de un asesinato, no cabe duda que Ravelia es experta en asesinar deportistas y los arqueros son una debilidad para ella, excelente, ocho puntos, esta bueno pero se ajusta dentro de lo tradicional
ResponderBorrarsi a la Quesona la dejan suelta hace estragos y mata a todos los futbolistas en la víspera de un superclasico, una final o un mundial
ResponderBorrarsiempre demostras tus plumas de River, nunca "la asesina de Marcelo Gallardo" o "la asesina de Fernando Cavenaghi" pero bueno ya sabemos tus preferencias
ResponderBorraren estos cuentos ya mataron a todos los del Boca de Bianchi salvo Schelotto, claro tiene que vivir para la final de 2018 en Madrid, no es así? Jua jua jua
ResponderBorrarTodo bien, los dos relatos estan buenos, pero que también haya relatos con las otras asesinas, Carla Czudnowsky merece algún crimen bueno, por ejemplo el anunciado "La asesina de la Mole Moli", a ver si alguna sale, aunque ya veo que antes sale "La asesina de Darío Benedetto"
ResponderBorrarMe sumo a ese pedido.
BorrarPodría ser una misión para más de una Carla. Que la primera sea atadaca por la Mole. Y sea ayudada por otra.
Borrarla asesina compra las figuritas de fútbol para saber a quien tiene que asesinar
ResponderBorrarsi se llevo las zapatillas debió llevarse también la cabeza y los guantes de arquero
ResponderBorrarFelicito que hayan regresado los relatos y con dos relatos de quesonas.
ResponderBorrarAunque no hay que olvidarse de otras quesonas. Además que se sume alguna otra.
¿Fue un quesón?
ResponderBorrarhttps://www.ratingcero.com/mia-khalifa/la-reaccion-haber-sido-dado-muerta-las-redes-sociales-n5361718
La desmentida se parece a las versiones, para encubrir, que suelen usarse en los relatos.