Los Asesinos de María Fernanda y Sandra Callejón
La Pandemia estaba afectando al Mundo Quesón. Los Quesos no estaban ajenos al mundo. Para colmo, al estar más tiempo en su casa, la Liga de la Pureza estaba haciendo de las suyas, actuando como organismo de censura y cancelación.
También en los círculos conectados, de alguna manera, con los asesinatos rituales. Era el caso del selecto prostíbulo de la Marquesa de Ávila, quien le había delegado la administración a una joven versión de Andrea Frigerio. Esta joven versión era un calco de Andrea Frigerio versión 1992. Se hacía llamar “Madame Frigeiros”. Aunque suene reiterativo (el público siempre se renueva diría alguien) recordamos que Andrea Frigerio fue salvajemente apuñalada, asesinada y quesoneada por el rugbier Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
Pero volvamos al prostíbulo, la falta de clientes se había convertido en un serio problema. No por cuestiones económicas, dado que recibía subsidios de la Fundación Dumitrescu. Pero las famosas vampirizadas necesitaban alimentarse. Estaban sedientas de sangre.
Antes de la pandemia, podían beber algo de la sangre de algún cliente, que tuviera esa fantasía. Hasta alguno pagaba por tener sexo con tres mujeres, la fantasía de tener a Las tres novias de Drácula. Este ritual era el más caro, y a pesar de su elevado precio, era también el placer más solicitado, muy bien pagado.
Pero con el prostíbulo cerrado, las vampiras habían perdido una fuente de alimentación. Madame Frigeiros había tratado de conseguir que las actividades del prostíbulo fueran declaradas esenciales, sin conseguirlo, a pesar de sus vínculos con miembros del Congreso Nacional. Las famosas vampirizadas estaban hambrientas. Y se estaban volviendo difíciles de controlar. Madame Frigeiros estaba rodeada por varias, con los ojos encendidos, dispuestas a morderla, beber toda su sangre.
- ¡Niñas, por favor, conténganse, por las calles de Sevilla, el Barrio de Triana y el río Guadalquivir, Olé, Viva España !-dijo una mujer, con acento andaluz.
Las vampiras famosas, dejaron a la doble y se arrodillaron ante la recién llegada, con una veneración religiosa.
- Necesitan sangre nueva, Marquesa – dijo Madame Frigeiros – con esto de la pandemia, las reservas se han agotado totalmente.
- Y la tendrán – dijo la andaluza - ¡Viva España!
En otra parte, los mellizos del rugby estaban molestos por consecuencias de la pandemia. Estamos hablando de los mellizos Carlos Gerardo y Carlos Isaac Lazcano Miranda, dos gigantones y patones, rugbiers ambos, que miden 1,98 metros y calzan cincuenta cada uno.
-Justo cuando nos prometieron a las hermanas Jenner, está esto de que no podemos viajar-dijo Carlos Gerardo "Charly" Lezcano Miranda- Y capaz que las asesina un Quesón de Europa, algún gallego, de esos que tanto le gustan al cronista de los Relatos.
-Ya nos ganaron de mano con Nicole Neumann, a quien podríamos haber quesoneado junto con Geraldine - contestó su hermano mellizo, Carlos Isaac "Carlitos"- Y hasta nos robaron a Nati Jota, que tiene una hermana. Le podríamos haber tirado un queso a esas dos, que bien que la habríamos pasado. Y encima Nati Jota fue asesinada por un rugbier como nosotros, Carlos Repetto, no nos tuvo ningún respeto.
-Tenés razón. Quedó Luli, como quedó Geraldine Neumman, pero ya no sería lo mismo.
- Seguro el cronista de los Relatos se las asigna a otros Quesones, Geraldine Neumann termina estrangulada por Carlos Elder, estoy seguro, y sobre Luli, quizás otro Queso para Carlos “Charly” Repetto, todos rugbiers como nosotros.
Y entonces sonaron los celulares. En el de celular de Charly el mensaje era #QUESO María Fernanda Callejón, en el de Carlitos, #QUESO Sandra Callejón.
-La Marquesa de Ávila tiene un trabajo para nosotros-dijo Charly- Al fin alguien nos valora. Se hizo justicia. Nosotros cometimos tantos asesinatos como Carlos Delfino o Carlos Fernández Lobbe, pero el cronista no los cuenta.
-Es que asesinamos a demasiadas figuras ignotas, acordate que quesoneamos contingentes enteros de estudiantes en Bariloche, seguro que Carlos (el cronista) algún dia lo contará - acotó Carlitos- ¡Las Callejones! Había una leyenda que decían que Grinzburg y Fontova las protegieron durante años, por “Peor es Nada”, hasta daban subsidios y donaciones a la Fundación Dumitrescu, Dumitrescu los ayudó cuando hicieron una adaptación de Dracula. Pero ninguno de los dos esta ahora, y evidentemente la protección finalizó.
Los Mellizos Quesones no tardaron a Marquesa los recibió con amabilidad, con que trataba a los quesones.
-¿Cuando volvió, Marquesa?
-Nunca volví, porque nunca me fui. Y ya saben porque los llamé.
La Marquesa habló con los mellizos y dijo de los problemas con la pandemia, que las famosas vampiras necesitan alimentarse. Algo que podría solucionarse con más víctimas.
-Y me acordé de vosotros, no como Carlillos, el cronista, que no contó muchos de los asesinatos que habéis cometido. Como sé de sus preferencias, les reservé a las Callejón. Nadie se las robará. Fueron protegidas por décadas pero ahora es otro tiempo.
María Fernanda Callejón era muy recordada por su participación en Peor es nada, programa en que habían aparecido alguna otra famosa, que luego fue quesoneada, como Karen Reichard. La fama de la Callejón había hecho que fuera conocida también su hermana, Sandra Callejón. Hasta habían salido juntas en alguna edición de la versión local de Playboy. Ahora estaban un poco olvidadas, salvo por una ocasional aparición de María Fernanda, en el móvil de algún programa del espectáculo.
-Parece que alguien nos recuerda-comentó asombrada la Callejón más conocida.
-Y yo soy menos conocida que vos.-acotó Sandra- ¿De que se trata?
-Un documental producido por Piruli Films.
-Tengo un mal presentimiento. Hay rumores muy feos sobre esa productora. Hablan de actrices que no volvieron, que fueron asesinadas, que les tiraron un Queso. Me contaron de un loco que se disfrazaba del Zorro pero este hacía la marca “C” de “Carlos” y las asesinaba como un espadachín.
-Siempre creyendo en esas historias. Todas boludeces. Jorge y Fontova siempre hablaban de esa leyendas urbanas, ja, ja. Hasta decían que Carlin Calvo era un asesino serial. Pamplinas. Por eso, soy yo la famosa.
A diferencia de otras famosas, las hermanas Callejón sí participaron de una película de Piruli Films, sin un incidente mortal. Lo que María Fernanda le remarcó a su hermana. Tal vez influyó que se trataba de un documental, al estilo de La vida sin brillos. Posaron sexies, repitiendo las poses de fotos eróticas, de revistas para adultos.
- Pero acordate que había chicas que participaron de ese film, nadie más la vio – le dijo Sandra.
- Quizás eran extraterrestres y volvieron a su planeta, ja, ja, ja, por algo yo soy la famosa.
Pero se encontraron con los mellizos del rugby. Los mellizos Quesones, Carlos Gerardo y Carlos Isaac Lazcano Miranda. Estaban frente a ellas. María Fernanda, al verlos, hizo un gesto sexual y provocativo.
-No me gusta la que me toca a mí-se quejó Carlitos, al verlas- Sandra tiene lomo, es tan exuberante como las víctimas de los otros quesones, pero de cara muy fea. A vos te toca la mejor. Siempre fue así.
-Podemos intercambiarlas cuando las tengamos. Esa es una de las razones por las cuales el cronista nos tiene olvidados, que vos en muchos asesinatos fuiste un simple “tiraquesos” mientras yo era el “matamujeres” – respondió Charly.
- No hablemos de eso ahora – acotó Carlitos – creo que Queso a Queso hemos quedado. Soy tan asesino como vos.
- Asesinos somos todos, como Carlos somos todos, como Quesones somos todos, ja, ja, ja – río Charly.
Sandra sospechó algo, pero María Fernanda estaba obnubilada, despreocupada de su seguridad, como hipnotizada. Las dos se arrodillaron ante los rugbiers, les sacaron las zapatillas, las medias, y comenzaron a olerles los pies. Pies muy gigantes y olorosos.
-Por favor, tenemos que ser prudente. Recordá lo que les pasó a Pamela David. Julieta Diaz, a tantas. Andrea Frigerio, Viviana Canosa, Soledad Solaro, todas asesinadas.
Sandra casi que llegó a llorar hasta que Carlitos, les hizo oler los pies. Y así las dos entraron en estado de trance.
Los mellizos los llevaron hasta un hotel, atendido por una mujer con apariencia germana, rubia, con lo que parecía un uniforme. En una habitación del hotel, los mellizos las poseyeron con todo placer. Un hotel cercano a Puerto Madero, con símbolos germánicos.
María Fernanda desplegó recursos, que justificaron su fama de sex simbol, lamer los pies, práctica de sexo oral, arrojarse por sobre el Charly, cabalgar sobre él, mientras era penetrada. Placer sexual de alto vuelo, algo repleto de goce, con dosis de salvajismo y desenfreno.
Sandra fue más pasiva, siendo penetrada por detrás en forma intensa, aunque también más suave, era el estilo de Carlitos. Luego, los mellizos las intercambiaron. Y hubo lugar para el sexo entre ellas, se besaron, se penetraron con los dedos, metieron las lenguas en partes muy íntimas, con una intensidad inédita entre las dos hermanas. Y más sexo con Charly y Carlitos, con Carlos Gerardo y Carlos Isaac.
Fue algo intenso que duró un tiempo notable. Y entonces las Callejón, salieron del trance.
-¿Dónde estamos, qué pasó?-´preguntó Sandra, muy inquieta.
-No sé dónde-contestó María Fernanda, entrelazada, muy próxima a su hermana-Pero la pasamos muy bien. Fue algo mágico, maravilloso Y vos que tenías miedo.
-Y todavía no vieron todo, falta lo mejor -dijo Charly
- Tenemos algo muy especial para ustedes-agregó Carlitos-
-¿Algún regalo?
Como respuesta, los mellizos les mostraron dos grandes Quesos, con agujeros bien voluminosos.
Sandra gritó con pánico.
-Reaccioná. Nos quieren asesinar, son los Quesones, las leyendas de los Carlos Asesinos eran verdaderas.
María Fernanda le creyó a su hermana, cuando vio a los mellizos con cuchillos que metían miedo, cuchillos gigantescos, se acercaban a ella, con enorme maestría, Carlos Gerardo y Carlos Isaac sostenían el cuchillo con la mano derecha, y el Queso con la izquierda. Y hubo un roce, con la cadera de María Fernanda.
Y entonces, sucedió algo poco frecuente. Las hermanas conservaban fuerzas, a pesar de la intensa y prolongada sesión de sexo. A diferencia de otras famosas, estaban lejos de ser unas piltrafas. Eran más veternas, quizás el sexo que habían tenido alguna vez con Grinzburg y Fontova las dotaron de una resistencia extraordinaria. Lograron ponerse algo de ropa, aunque no mucha y mal puesta.
Y ante el asombre de Charly y Carlitos, huyeron, corriendo, descalzas, apenas vestidas, perdiendo la escasa ropa en el camino. Podrían haber tenido la suerte de escapar. Ser las primeras sobrevivientes de un Quesón, o de dos Quesones.
- ¡Qué papelón! ¡Dicen que ninguna mujer escapó de un Quesón! ¡Y acá encima somos dos Quesones! ¡Qué desastre! ¡Somos los primeros que nos pasa esto! – dijo Carlitos, o sea Carlos Isaac.
- Ningún papelón, aca nadie se ha escapado todavía – dijo Charly, o sea Carlos Gerardo.
Las hermanas Callejón huyeron pero se encontraron con un... callejón, un lugar sin salida. El destino parecía estar escrito en el apellido de María Fernanda y Sandra. Y los mellizos las alcanzaron, las arrinconaron. Con la furia que todo rugbier tiene, como si estuvieran jugando en un campo de rugby, a punto de hacer un scrum.
Sandra aprovechó para acusar a su hermana, del peligro en que estaban. La insultó.
- ¡Imbécil! ¡Nunca debimos haber venido!
- Es nuestro destino, no somos menos que Valeria Mazza o Wanda Nara, si ellas recibieron su Queso, es justo que ahora nos toque a nosotras.
Y ahí estaba, completamente desnudas, dispuestas a desplegar sus recursos, para no ser quesoneadas.
-Si quieren más...
-Les damos más.
Se arrodillaron. Ellas suplicaron, pidieron piedad, prometieron más sexo salvaje, si les perdonaban la vida.
- ¡No nos tiren el Queso! ¡Queremos sobrevivir! ¡Queremos ser las dos primeras sobrevivientes! ¡Hagamos historia! ¡El apocalipsis esta cercano!
La experiencia fue muy intensa para las hermanas y para los asesinos. Hubo sexo salvaje en las más diversas posiciones. Las Callejón gritaron de placer, tenían energía para más. Y mientras ocurría todo esto, se acercó un grupo de mujeres. Estaban seguras que las iban a ayudar. Serían sobrevivientes. Hasta vieron algo de esperanza en ese grupo de mujeres.
-Ayudénnos, chicas, sálvennos de estos asesinos.
-Socorro, nos quieren asesinar.
Pero no eran chicas cualquieras, eran vampiras. Pero reconocieron a Pampita, Nicole Neumman, Rocío Marengo, Julieta Prandi, como a otras famosas, que habían sido asesinadas, muchas con saña, todas quesoneadas. Al notar que sus ojos brillaban, tenían colmillos, eran vampiras, las Callejón gritaron de terror, y fue ahí mientras exhablaban aquellos gritos, que los dos rugbiers blandieron sus cuchillos y les cortaron la garganta. El corte fue muy profundo. Carlos Gerardo se encargó de María Fernanda, Carlos Isaac de Sandra. Las hermanas aún vivían, como Rasputín, parecían invencibles.
Y los mellizos siguieron teniendo sexo con ellas, mientras las acuchillaban. Cuchillos en el ombligo, entre las tetas, reiterados cuchillazos en las tetas, algunos en los muslos. Y cuando tuvieron sexo anal con ellas, las acuchillaron en la vagina. Un apuñalamiento salvaje y feroz.
La sangre de las hermanas Callejón se desparramó por todos lados, pero su agonía fue prolongada. Hasta que María Fernanda Callejón y su hermana Sandra quedaron muertas. Finalmente los dos Carlos terminaron, y agarraron los Quesos, tirándolos sobre los cadáveres de sus víctimas.
-María Fernanda Callejón. Queso.
-Sandra Callejón. Queso.
Y los mellizos se encontraron con la Marquesa de Ávila.
-Hicieron algo artístico, van a ascender en el ranking Quesón. Y ahora las niñas tendrán alimento por algún tiempo.
- ¿Algún tiempo? – dijo la alemana ya mencionada, que era Astrid Breitner - ¡Todo el Tiempo! ¡Nos declararon actividad esencial! ¡A todos! ¡Al prostíbulo y a los Quesones! ¡Salió el edicto, de la OMS, la orden tiene alcance mundial! ¡Nuestra amada Dumitrescu lo consiguió, gracias a sus vínculos con la alteza reptiliana de la Gran Bretaña y su hijo Charles!
Los mellizos se fueron muy satisfechos, dejando que las famosas vampirizadas se abalanzaran sobre los cuerpos de las Callejón.. con la alegría de que eran esenciales.
- Es que los Quesones somos esenciales. Un justo homenaje al gran Carlos Calvo, el Quesón Supremo – dijo Carlos Gerardo Lazcano Miranda.
Las vampiras de Nicole y Pampita fueron las primeras, succionando las heridas. Luego le dieron lugar a las otras, que fueron más salvajes, mordieron, desgarraron, devoraron lo que habían sido cuerpos exuberantes y esculturales.
-Parece que no serán vampirizadas-dijo Madame Frigeiros -Que lástima, habrían sido una incorporación lucrativa
-Las niñas tenían mucha hambre. ¡Viva España! !Viva la República! ¡Abajo la Liga de la Pureza!-Y cantó un par de sus canciones favoritas, “Ay Maricruz”, “Ojos Verdes” y “Compuesta sin novio”.
excelente historia de EL FAUNO, a quien le agradecemos su brillante colaboración, un gran cuento sin duda, gracias Fauno!!!!!!!
ResponderBorrarrecuerden que todos los que quieran colaborar tiene mi mail a disposición quesocarlos86@gmail.com un Queso a Tutti!
estabamos esperando algún cuentito, menos mal que el Fauno acercó este, muy bueno, mucha sangre, eso de seguirlas apuñalando mientras las cogía, las vampiras alrededor, esperando chupar la sangre, buen relato, valió la pena la espera, diez puntos para el Fauno
ResponderBorrarel relato esta bueno, al sexo y el queso habituales, el Fauno supo agregarle una dosis alta de morbo, que me gusto, bien por el relato
ResponderBorraryo tambien voy a acercar algun cuento, el asesino va a ser Carlos, el autor del blog, y la víctima, Mirta Legrand, ¿o no la pueden matar porque ya es muy vieja además de inmortal?
ResponderBorrarel relato debería estar ambientado en la epoca de los dinosaurios
BorrarYa firmó un pacto de longevidad, a cambio de entregar a Juana Viale, para ser quesoneada. Como Susana Jimenez entregó a Lucía Celasco.
Borrarcelebro la incorporación de un nuevo autor, recuerdo que en otra epoca hubo también una chica, después borraron sus autorías, de lo que no tengo dudas es que el autor original, Carlos, es también un asesino serial, además de volvernos locos con sus Quesos
ResponderBorrarBUEN RELATO O SEA QUE FONTOVA PROTEGÍA MINAS ESO DEBE TENER MAS DESARROLLO JUA JUA
ResponderBorrargracias al Fauno, salimos de los cuentos de Carlos Delfino y Carlos Sandes los asesinos preferidos del autor del blog
ResponderBorrarQuedó muy bien con los toques de Carlos Quesón. Un logro de Lady Dumitrescu declarar al prostíbulo como esenciales, tanto cono a los. Y Pampita como Nicole Neumann, más algunas otras, como vampiras puede ser un elemento más en los relatos. Madame Frigeiros puede funcionar como personaje.
ResponderBorrarTambién Astrid admira a nuestra Lady Dumitrescu. Que bien.
Buenas imágenes para el relato.
me gusto, que sanguinarios los mellizos, se nota que son rugbiers
ResponderBorrarhay un dato interesante en el relato, las vampiros necesitan sangre de mujer al parecer, la de hombres parece que no le sirver
ResponderBorraryo sé que para Carlos Quesón sería mucho trabajo, pero no estaría mal una recopilación de los Relatos, una especie de guía de personajes, donde se enumere las características de cada uno
ResponderBorrarhay quesos en 2021
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