La asesina de Juan Ignacio Chela
Esto que voy a contaros ocurrió alguna de la veces que Juan Ignacio Chela disputaba el torneo de Wimbledon, en Londres. Grande fue la sorpresa del tenista, con su 1,90 y su calzado talle 46 contemplar a una mujer que era idéntica a la top model Valeria Mazza.
Pero Valeria Mazza había sido asesinada por Carlos Delfino, no podías ser ella. Además esta replica exacta parecía ser más joven que la verdadera.
- Soy Ravelia, me dicen la Quesona.
Así se presentó la chica cuando estuvo ante el tenista y agregó.
- Me gustan los Quesudos como vos.
- ¿Quesudo? No soy Quesudo, pero sí quiero tener sexo con vos, sos igual a Valeria Mazza.
- Todos dicen lo mismo.
Esa misma tarde, Juan Ignacio Chela le puso los pies encima a Ravelia, y efectivamente tenía razón: sus pies no tenían olor a Queso, y eso mucho no le gusto a Ravelia, pero despues cuando tuvieron sexo, el tenista sí respondió a sus expectativas, le dio sexo salvaje, como una violación, cosa que llenó de goce a Ravelia.
- Despues iba a convidar a mis sirvientes a un pequeño banquete, pero estas invitada, Ravelia - le dijo Juan Ignacio a la Quesona, cuando terminaron de tener sexo.
- ¿Me consideras una sirvienta, acaso?
- Yo soy tu sirviente, pero del sexo.
- Entonces iré, Juan Ignacio.
El banquete se desarrolló con gran éxito, con mucha comida, pero mucha más bebida, el alcohol se regó por todos lados, a Ravelia mucho no le gustaba el alcohol.
"Bebe, le dijo el tenista, y alégrate con nosotros".
Ravelia la Quesona le replicó: "Beberé‚ con mucho gusto, Juan Ignacio, porque desde el día en que nací, jamás he apreciado tanto la vida como hoy", cambiando de idea.
Pero Valeria Mazza había sido asesinada por Carlos Delfino, no podías ser ella. Además esta replica exacta parecía ser más joven que la verdadera.
- Soy Ravelia, me dicen la Quesona.
Así se presentó la chica cuando estuvo ante el tenista y agregó.
- Me gustan los Quesudos como vos.
- ¿Quesudo? No soy Quesudo, pero sí quiero tener sexo con vos, sos igual a Valeria Mazza.
- Todos dicen lo mismo.
Esa misma tarde, Juan Ignacio Chela le puso los pies encima a Ravelia, y efectivamente tenía razón: sus pies no tenían olor a Queso, y eso mucho no le gusto a Ravelia, pero despues cuando tuvieron sexo, el tenista sí respondió a sus expectativas, le dio sexo salvaje, como una violación, cosa que llenó de goce a Ravelia.
- Despues iba a convidar a mis sirvientes a un pequeño banquete, pero estas invitada, Ravelia - le dijo Juan Ignacio a la Quesona, cuando terminaron de tener sexo.
- ¿Me consideras una sirvienta, acaso?
- Yo soy tu sirviente, pero del sexo.
- Entonces iré, Juan Ignacio.
"Bebe, le dijo el tenista, y alégrate con nosotros".
Ravelia la Quesona le replicó: "Beberé‚ con mucho gusto, Juan Ignacio, porque desde el día en que nací, jamás he apreciado tanto la vida como hoy", cambiando de idea.
Entonces Ravelia la Quesona comió y bebió en presencia de él, mientras Chelita, encantado con ella, bebió tanto vino como nunca lo había hecho en un solo día desde su nacimiento.
Cuando se hizo tarde, sus ayudantes se retiraron inmediatamente. Sólo Ravelia quedó en el lugar, mientras Chelita, completamente borracho, yacía tendido en su lecho.
Cuando se hizo tarde, sus ayudantes se retiraron inmediatamente. Sólo Ravelia quedó en el lugar, mientras Chelita, completamente borracho, yacía tendido en su lecho.
Cuando todos ya se habían retirado de la carpa, y no quedaba nadie dentro de ella, Ravelia se aproximó entonces a la barra del lecho que estaba junto a la cabeza de Chelita, y descolgó de allí su espada, y acercándose al lecho, lo tomó por la cabellera y le asestó dos golpes en el cuello con todas sus fuerzas y le cortó la cabeza.
Hizo rodar el cuerpo desde el lecho y arrancó el cortinado de las columnas. Tomó un enorme Queso, que había sobrado del banquete, y lo tiró sobre el cadaver decapitado de Chelita.
- Juan Ignacio Chela. #Queso – dijo en voz alta.
Poco después, salió y pusó sobre una bandeja, la cabeza de Juan Ignacio Chela. Se sacó selfies con ella y las publicó en las redes sociales con una enorme difusión.
Así fue como Juan Ignacio Chela fue asesinado por Ravelia la Quesona. Obviamente se llevó las zapatillas del tenista como trofeo para su colección.
Las autoridades británicas no dudaron en pedir la captura de la temible asesina, pero ella ya había logrado huir, esta vez rumbo a París, en el Eurostar.
Así fue como Juan Ignacio Chela fue asesinado por Ravelia la Quesona. Obviamente se llevó las zapatillas del tenista como trofeo para su colección.
Las autoridades británicas no dudaron en pedir la captura de la temible asesina, pero ella ya había logrado huir, esta vez rumbo a París, en el Eurostar.
Chela se lo merece... por bostero
ResponderBorrarRavelia puede ser más cruel que las Carlas, que suelen buscan algún pretexto, como no dejar testigos. O tener preferencias por gente desagradable. Hasta Romanini se justifica, al matar rugbiers que planean disturbios.
ResponderBorrarEn Cambio, Ravelia ha asesinado deportistas, que no han provocado conflictos.
Gran error emborracharse. Aunque es la razón por la cual no se dio cuenta que fue asesinado.