Wanda Nara y Mauro Icardi
habían ido a pasar unos días a la Costa, pero les tocó muy mal tiempo, una
temporada de intensas lluvias y feroces vientos castigaba a toda la región. En
realidad, a los dos les chupaba un
huevo puesto que lo único que querían era tener sexo en forma
desenfrenada. Se dirigían junto a un poblador de la zona rumbo a la cabaña
donde se iban a hospedar. El muchacho, de nombre Ariel, en forma asombrada les
dijo:
-
¿Se van a hospedar en este
lugar justo en el día de hoy?
-
¿Cuál es el inconveniente? –
preguntó Icardi.
-
Hoy es 23 de marzo, la noche
del hombre del arpón.
-
¿El hombre del arpón?
-
Sí, es una leyenda local, de
nuestro pueblo, se dice que en una noche como hoy aparece el hombre del arpón y
mata a mujeres infieles.
Wanda Nara se estremeció al
escuchar eso, justo ella, que le había sido infiel a Maxi López.
-
La leyenda dice que una mujer
infiel intentó asesinar a su marido basquetbolista utilizando un veneno. El
amante de la mujer, por error, bebió el veneno y se murió. El basquetbolista
descubrió el engaño y mató a la mujer con un arpón de pesca.
-
Es solo una leyenda, no le
demos importancia – dijo Icardi.
El joven lugareño dejo a
Mauro y a Wanda en la cabaña, rato después, los dos estaban teniendo sexo en
forma intensa y apasionada. Fue una noche de amor entre los dos que no se puede
describir con palabras. En eso, mientras llovía intensamente sobre la playa,
los dos escucharon un ruido, como si alguien se moviera afuera.
-
¡Es el hombre del arpón, vino
a buscarme! – gritó Wanda.
-
Pamplinas, eso es mentira –
dijo Icardi – voy a salir afuera para ver.
No terminaba de decir esto,
cuando un hombre muy alto, flaco, con aspecto de basquetbolista, ingresó a la
habitación con un arpón de pesca, mientras con los pies pateaba una enorme
horma de Queso.
-
Buenas noches, soy el
basquetbolista Carlos Jiménez Sánchez – dijo el hombre con un inocultable
acento español – soy el hombre del arpón, soy un Queson, vengo a matar a una
mujer infiel.
Wanda Nara comenzó a gritar
horrorizada, pero Carlos Jiménez Sánchez no tuvo piedad alguna y disparó el
arpón, inmediatamente, el arpón atravesó el cuello de Wanda, que cayó muerta.
Icardi contempló toda con horror e impotencia. Carlos Jiménez Sánchez tomó el
Queso y lo tiró sobre el cadáver de Wanda Nara. En voz alta dijo:
-
Queso.
A continuación apuntó con el
arpón hacia Icardi y le dijo:
-
Vivirás para contarle al mundo
como el basquetbolista español Carlos Jiménez Sánchez asesinó a Wanda Nara con
un arpón de pesca y le tiró un Queso.
Icardi le
contó esto a la policía, pero no le creyeron, y lo internaron en una de esas
instituciones neuropsiquiatricas, pero esa es otra historia...
la idea de asesinar a Wanda Nara con un arpón es interesante, lamentablemente el cuento es una cagada, esperaba algo mejor
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